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Un defensor de los Derechos Humanos es una persona que ha optado primero por despojarse de sus prejuicios personales, ya que como personas y sociedades hemos creado barreras que nos separan de las personas ya sea por su color de piel, orientación sexual, nacionalidad, genero, estatus socioeconómico, ideologías políticas y religiosas, por lo que es imprescindible romper estas instancias que lo único que logran es segmentarnos, deshumanizarnos y crear conflictos.

Por lo que se requiere construir un criterio más amplio basado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y sus 30 artículos que tienen el carácter de Universal, intransferibles, inalienables, imprescriptibles por lo que recogen en si mismos toda las dimensiones y acciones del Ser Humano teniendo así incontables campos de acción.

Un activista ha decidido entregar voluntariamente parte de su tiempo y recursos para impulsar causas en favor de aquellos que se encuentran en situaciones precarias, o a quienes les han sido vulnerados sus derechos, no busca un lucro por ello, es altruista y desinteresado.

No busca títulos que lo acrediten como un verdadero defensor de los DDHH ni declararse embajadores, ni caballeros de paz, ni ningún otro título inventado ya que el mejor título son las acciones en favor de otro ser humano, en muchas ocasiones realizan un trabajo que pasa desapercibido por los medios de comunicación pero que perdura en el tiempo en los corazones a quienes ayuda.

Es un humanista consagrado y un educador por excelencia pues busca brindar herramientas a las personas para que puedan no solo exigir sino también salvaguardar los Derechos de todos, pero nadie da lo que no tiene, por eso la invitación es a empoderarse de los Derechos Humanos, para crear un sociedad justa y equitativa.

Atentamente

Un Defensor de los Derechos Humanos