La inmensa mayoría de las naciones en el mundo, hoy en día se debaten entre la vida y la muerte en sus diversas capas sociales, por varias causas: la organización social y política; la delincuencia organizada; la miseria en los estratos sociales; la violación de los derechos humanos entre sus ciudadanos, o entre los ciudadanos y el gobierno y/o de las guerras intestinas, y hasta por los movimientos sociales, las agrupaciones delictivas organizadas para ejercer el terror y/o por el empecinamiento de los gobiernos por ejercer una política unipersonalita que siempre termina imponiéndose como una bota aunque ésta no sea de carácter militar.
La terquedad y el exceso siempre llevan al latrocinio, al hartazgo social, que provoca desde luego el levantamiento de la sociedad civil para establecer y equilibrar los estándares de paz y seguridad de su entorno. Los países de Latinoamérica en otros tiempos y de forma intermitente, se han debatido en guerras intestinas, contra sus gobiernos: Hoy Venezuela está ante los ojos del mundo en un estado de barbarie incontrolable debido a la violación de los derechos humanos en sus ciudadanos, al grado tal que imposible detener a las masas que emigran a otros países para ver la luz del final del túnel, Nicaragua también atraviesa por problemas sociales de difícil solución, las dictaduras siempre terminan mal. Ello es causa del ejercicio de un poder autoritario de gobiernos de
economías generalmente diezmadas por las acciones políticas, donde son más evidentes las violaciones a los derechos humanos, donde quedan de lado, a propósito, los principales postulados de aquel grupo o conjunto de 30 principios que emitieron las Naciones Unidas, en ocasión de la creación de la Comisión Internacional de la Defensa de los Derechos Humanos , a saber entre los más importantes: El derecho a la libertad personal.- derecho de la libre manifestación de las ideas.- Al libre tránsito.- A la libertad de expresión.- A la libertad de asociación.- El derecho a la propiedad.- al pago justo de impuestos y contribuciones al estado.- A profesar libremente la religión que mejor le acomode al individuo.-La igualdad de hombres y mujeres ante la ley.- Etc., solo por citar éstas que considero son las que reciben constante violación. Esto se da porque el poder no se comparte, solo se ejerce, y para ejercerlo a su antojo, se pisotean las garantías individuales, así se imponen leyes inmisericordes, se aceptan imposiciones desde las oficinas de gobiernos de países poderosos económicamente hablando, dueños de la tecnología, de la producción de alimentos y de la emisión de dinero principalmente. La sociedad en estas distintas naciones oprimidas doblemente, por sus propios gobiernos y por la imposición de reglas leoninas de gobiernos extranjeros, buscan con ansias la paz, tener treguas, calma, estabilidad, tranquilidad para sus familias, buscan terminar de una vez por todas con la constante violación a los derechos humanos y a la libertad individual, que gravemente está comprometida por la persecución y muerte de líderes sociales, que constituyen hoy por hoy la amenaza más seria precisamente para la paz y el bienestar de toda sociedad.
Ejemplos existen en Latino América en Colombia, Uruguay, Argentina, Venezuela, Perú, Ecuador, Honduras, Nicaragua, El Salvador, México, y el mismísimo Estados Unidos, lo mismo que en Europa, España, Italia o la Rusia Comunista. La paz se busca desde el seno de estas naciones Latino Americanas cansadas hasta el hartazgo de la persecución y muerte de sus conciudadanos y para el mundo mismo, bajo el esquema de un esfuerzo inalcanzado; la ausencia de la guerra, un entorno libre de violencia, porque la paz, no solamente significa la ausencia de la guerra; sino un entorno libre de violencia.
Se busca, crear un ambiente que ayude a integrarnos y a tolerar a los demás con sus fallas y virtudes, una asociación general que contenga las siguientes premisas fundamentales:
• Ajustes sociales, donde queden incluidas todas las formas de pensar, respetándoles por la generosidad de su contenido. Entornos de donde impere la justicia y la transparencia ante la aplicación correcta de la ley, sean una verdad.
• Espacios de reconstrucción del tejido social, en aquellas naciones, donde hoy en día la violencia se ejerce desde dentro mismo, de los gobiernos institucionales.
• Respetar el derecho al voto libre, y a la libertad sexual, donde aquella quimera del bullying social cada día quede en el pasado sin recuerdo, es una exigencia generalizada. Todo esto, buscando los estándares de igualdad y respeto a la dignidad humana, nos ayudaría a vivir en paz, nos ayudaría a aceptar nuestros errores, haciéndonos reflexionar sobre los mismos.
Y sigo, lo anterior en conjunto, es la valija de esfuerzos verdaderos que deben iniciar todos los gobiernos de las naciones implicadas para alcanzar la paz. Pero para ellas, las naciones enteras deben orar en su propio idioma e idea del bienestar colectivo.
Y los gobiernos ante el reclamo, la exigencia y la necesidad de hacerlo, volviendo los ojos a la legalidad, decrezcan el nivel de la violencia, la corrupción, gota que derrama el vaso de la paciencia ante el exterminio de todo ente que reclame la violación de los Derechos Humanos.
Dr. Alvaro Conrado